El Real Zaragoza cosechó un empate in-extremis (0-0) ante la S.D Huesca en la Romareda en el derbi aragonés.
El partido en líneas generales tuvo de todo; goles, intensidad, rivalidad y hasta expulsados, y esque un derbi como este no se juega todos los días.
En la primera parte los dos equipos comprimieron de inicio mucho las líneas con unas defensas muy adelantadas, lo que provocaba continuas imprecisiones, sin que fuesen capaces de crear acciones de peligro. Sin embargo, los zaragocistas tenían en Ewerthon a su hombre más inquieto que puso lo dos primeros balones con peligro a los que no llegó primero Oliveira y después Jorge López que remató en fuera de juego. Los azulgranas no se encontraban cómodos en el terreno de juego hasta que una gran jugada de Ruben Castro obligaba a López Vallejo a hacer una gran parada a bocajarro con lo que hubiera supuesto el 0-1 en el marcador.
En el Zaragoza las mejores ocasiones estaban llegando por parte de Arimendi que no estuvo acertado de cara a puerta. Posteriormente sería expulsado al ver su segunda amarilla tras una dura entrada.
El segundo tiempo comenzó con un Huesca que se había quitado la presión y empezaba a llegar con serio peligro. La recompensa llegó con un penalty señalado por el árbitro tras una mano de Chus Herrero que Ruben Castro se encargaría de transformarlo.
Aquí no acabaría todo ni mucho menos ya que Vegar cabeceó un balón a gol en el minuto 60, lo que suponía el 0-2 y lo que muchos daban como sentencia.
Cuando todo parecía encarrilado para el Huesca un remate de Ewerthon acortaba distancias en La romareda. Posteriormente Helguera era expulsado por lo que los Zaragocistas pensaron en una remontada que hasta hace unos minutos parecía imposible. Ewerthon de nuevo lograba el empate final de cabeza lo que hizo estallar de alegría a toda la parroquia Zaragocista.
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